La seguridad en un vehículo es muy importante. Cuando el escándalo de los airbas de Takata se destapó afectó a varias marcas japonesas. Una de la firmas más afectadas ha sido Honda, sin embargo poco a poco ha ido solucionando el problema que han tenido sus coches y clientes con los airbags defectuosos. Para ello ha tenido que realizar campañas de revisión millonarias a lo largo y ancho del mundo.
Uno de los países en los que la llamada a revisión ha sido más grande es Estados Unidos. En este país fue donde mayor número de modelos afectadas por los airbags defectuosos de Takata se vendieron. Además, el número de fallecidos provocados por los defectos en los airbags también se han contabilizado en el país del Tio Sam. Sin embargo, según ha informado la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) todavía faltan vehículos de Honda por pasar la revisión.
Según este organismo, unos 300.000 coches de Honda (y Acura) aún no han pasado por sus talleres oficiales para pasar la correspondiente revisión de sus airbags. La llamada a revisión se realizó en junio de este año, pero a día de hoy sólo han pasado por el servicio oficial unos 13.000 propietarios. Esto hace que muchos vehículos con airbags defectuosos sigan circulando por las carreteras con el consiguiente problema en seguridad que podría acarrear a sus ocupantes.
Por ello, para que los clientes finalmente pasen por los talleres de Honda para solucionar este problema, se ha tomado una medida cuanto menos curiosa. La NHTSA se toma muy en serio la seguridad de los conductores americanos y para asegurarse de que todas las personas avisadas para revisar sus airbags pasan por el taller ha decidido contratar a detectives privados. Gracias al trabajo de estos profesionales se podrán localizar a los propietarios de los coches afectados y les