Coche autónomo de Google
Australia es uno de los países más grandes del mundo. En él existe una gran biodiversidad de especies animales y vegetales que le convierte en un espacio único. Pero no solo es diferente por su fauna y su flora, también lo es por sus coches y sector del automóvil. Los consumidores australianos están acostumbrados a una serie de modelos que no se dan en occidente, sin embargo los coches autónomos también llegarán a la gran isla para hacerles recordar que viven en un mundo globalizado.
Las primeras pruebas de coches autónomos en el país austral se llevaron a cabo en Adelaida en noviembre del pasado año. Éstas forman parte de un proyecto denominado “Australian Driverless Vehicle Initiative” que es liderado por el fabricante de coches sueco Volvo. La marca cedió varias unidades del SUV XC90 para que los ingenieros estudien cómo funciona la tecnología de asistencia al conductor y puedan conocer cómo utilizarla correctamente.
A día de hoy, las carreteras de Australia aún no están abiertas a las pruebas de coches autónomos, sin embargo la situación podría cambiar en poco tiempo. La National Transport Commission (NTC) estudia crear una normativa para probar los vehículos autónomos en el país. Para ello están creando un documento en el que recoger los principales criterios que deberían seguir estas pruebas para llevarse a cabo en sus vías.
Según Geoff Allan, jefe ejecutivo del NTC, con esta nueva normativa se podría garantizar el tránsito de los coches autónomos por Australia de forma segura y eficiente. Además, también se está trabajando para que no sea necesaria la presencia de la policía de carretera así como de vigilancia extra para llevar a cabo estas pruebas. De esta forma los fabricantes pueden realizarlas de forma discreta y ordenada.
Allan también mencionó que crear esta normativa podría convertir a Australia