Probablemente la marca automovilística del año a nivel mundial sea Tesla; no por sus datos de ventas, sino por todo lo que ha dado que hablar. La compañía de Elon Musk se adelanta al futuro con su puntera tecnología, produciendo vehículos lujosos, eléctricos y con unas elevadas y eficientes ayudas a la conducción, que son la antesala a la conducción autónoma total.
Mucho se ha hablado en los últimos meses de su conjunto de ayudas y asistencias a la conducción, que se engloban todas ellas en el sistema “Autopilot”. Hace unos meses conocimos el primer caso de muerte a los mandos de un modelo de la compañía, cuando una unidad colisionaba contra un camión mientras el citado Autopilot se encontraba en funcionamiento. Tesla se defendía alegando que el Autopilot es un conjunto de ayudas, no un “piloto automático”.
Razón no le falta a Elon Musk, y es que Tesla deja bien claro que el conductor debe estar atento en todo momento a la conducción, por mucho que el sistema tenga un nombre que pueda dar lugar a equívocos. Hace unos meses conocimos el funcionamiento y las ventajas de una nueva actualización, que mejoraba aún más la seguridad del tráfico. No hay mejor prueba para garantizar la elevadísima seguridad que ofrece el Autopilot que el siguiente vídeo. Seguro que te llamará la atención tanto como a nosotros.
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El Tesla Model S circula detrás de un Opel Corsa. Se produce una retención y las luces de freno comienzan a hacer acto de presencia. El modelo alemán no reacciona a tiempo, colisionando finalmente con el vehículo que le precede y haciéndolo volcar. El Tesla Model S se detiene y no alcanza a los vehículos implicados. Hasta aquí todo puede parecer normal pero lo más curioso es que unos instantes antes de que el Opel Corsa choque,