El Grupo Volkswagen sigue imparable hacia la primera posición en el ranking de ventas mundial. Para arrebatarle a Toyota el cetro de forma definitiva tiene que incrementar sus ventas en muchos países y los que ahora no quiere descuidar son los que están en vías de desarrollo. A día de hoy (y siempre) África es uno de los continentes más pobres del mundo y su sector del automóvil no está lo suficientemente desarrollado como para ser rentable a las marcas, sin embargo Volkswagen va a apostar por él y para ello ya tiene operativa su primera fábrica en Kenia.
El lugar elegido para la construcción de la nueva planta es la ciudad de Thika muy cerca de la capital del país. Para el acto de la inauguración han estado presentes, entre otras autoridades, el consejero delegado de Volkswagen, Herbert Diess, y el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, como podemos ver en la foto superior. El nombre elegido para estas instalaciones ha sido el de Kenya Vehicle Manufacturers (KVM) y haciendo honor a las últimas fábricas que ha abierto el consorcio alemán su flexibilidad interna es una de sus cualidades principales.
Esta nueva planta tiene una capacidad productiva instalada inicial de 1.000 coches al año. Además, como es lógico la capacidad podría irse incrementando en función de las necesidades de la marca hasta un máximo de 5.000 unidades. Ambos mandatarios tuvieron la ocasión de montarse y probar la primera unidad que esta fábrica ha ensamblado del Volkswagen Polo Vivo, el modelo elegido por el grupo para fabricar de forma local.
Con esta planta el Grupo Volkswagen refuerza su posición dominante en el mercado sur africano ya que puede ajustar los precios sin necesidad de pagar aranceles. Además, para su apertura los nuevos trabajadores de la planta han sido formados por los trabajadores del Grupo Volkswagen Sudáficra (filial