A finales del pasado mes de septiembre, durante el Salón del Automóvil de París, el Land Rover Discovery 2017 hacía su primera aparición en público. Se trata de una novedad importante para la marca británica, y es que la renovación de este SUV de grandes dimensiones ha sido muy completa, dotándolo de mucha tecnología e incorporando un gran número de modificaciones respecto a su predecesor.
Además de toda la tecnología visible en materia de sistemas de infoentretenimiento, opciones de configuración y conectividad con el exterior, cabe destacar la tecnología no visible utilizada para su desarrollo y construcción. Uno de los datos más sorprendentes es que el nuevo Land Rover Discovery puede ser hasta 480 kilos más ligero que su predecesor gracias entre, otras cosas, al uso del aluminio en su carrocería; casi media tonelada, que se dice pronto. Esto repercutirá en su comportamiento dinámico, así como en el consumo de combustible y emisiones contaminantes expulsadas por el escape.
Hasta el momento, sabíamos que el renovado SUV iba a ser producido en la planta que JLR (Jaguar – Land Rover) posee en Reino Unido, la factoría de Solihull. Sin embargo, hoy hemos conocido que el Discovery también se producirá, a partir de 2018, en una nueva planta ubicada en Nitra, Eslovaquia. En 2018 será cuando esta factoría abra sus puertas. Wolfgang Stadler, director de producción global de JLR, declaraba que “este enfoque multi-planta asegura que nuestra producción pueda mantener a la par con la demanda de los consumidores”.
Las primeras unidades del Land Rover Discovery 2017 llegarán durante primavera, aunque desde hace varias semanas ya se puede reservar en los concesionarios oficiales. Su oferta mecánica está compuesta por tres motores diésel y uno de gasolina. Los diésel rinden 180, 240 y 258 CV, mientras que el de gasolina será el tope de gama con