Llevamos toda la vida viendo esta acción: “vamos en un coche y el conductor decide encenderse un cigarrillo”. Hasta ahí todo podría ser normal, pero el problema surge cuando este conductor tiene que desviar la atención de la carretera, soltar una o las dos manos del volante para buscar la cajetilla, sacar el cigarro, colocarlo en la boca y encender el mechero para prender el cigarro. En los metros que ha recorrido haciendo estas acciones no se ha dado cuenta de nada de lo que ha pasado por sus ojos con el consiguiente riesgo que esto supone para él y los ocupantes del coche.
Esta situación es muy peligrosa por comprometer la seguridad de los pasajeros, pero además también hay que tener en cuenta que la salud de los ocupantes también se resiente al respirar el humo de este cigarro. Todos sabemos que el tabaco es perjudicial para la salud y que provoca muchas enfermedades relacionadas con el corazón y el sistema respiratorio. Por ello los organismos dedicados al estudio de estas patologías están pidiendo que fumar en los coches cuando haya menores en su interior o personas embarazadas esté prohibido.
Reino Unido ya ha prohibido fumar en el coche cuando en su interior viajen niños y en Italia está prohibido que se haga lo mismo cuando en su interior viaje una mujer embarazada. Ambas acciones están encaminadas a que la salud de los ocupantes no se resienta por este vicio además de que el conductor esté más atento a la conducción que a fumarse un cigarrillo.
El Instituto Catalán de Oncología (ICO) plantea que cuando vayamos en un coche con niños o mujeres embarazadas no se permita fumar. Para ello propone que la ley amplíe el número de espacios sin humo a los vehículos cuando se de esta situación. Además, también pide