Estados Unidos y México van a vivir unos momentos muy intensos a la par que interesantes. Con la victoria de Donald Trump en las elecciones generales de Estados Unidos la política comercial de este estado puede dar un giro de 180 grados. En esta política comercial el sector del automóvil es uno de los que más daño puede sufrir ya que si se rompen los tratados de libre comercio que tenían suscritos ambos países pueden el precio de los vehículos puede verse afectado.
Si Estados Unidos decide romper unilateralmente este acuerdo y aplicar aranceles a los vehículos importados desde México los precios de estos coches subirán automáticamente repercutiéndose en el bolsillo de los conductores americanos. Además, esta situación hará que la demanda de vehículos nuevos pueda sufrir una caída y por tanto provocaría que el sector se viera muy perjudicado.
En vista de esta situación los principales actores del sector del automóvil en México se han reunido para estudiar la situación y poner en común líneas de actuación por si Donald Trump decidiera tirar por la calle del medio. Los directivos de estas asociaciones mediante datos y estudios económicos quieren defender el Tratado de Libre Comercio de América del Norte que firmaron en el año 1994.
Según Oscar Albin, presidente de la Asociación de la Industria Automotriz de México (AMIA) la mayoría de fabricantes de coches en el mundo se están estableciendo en México porque cuentan con mano de obra muy competitiva a un precio bajo. Por ello, que Estados Unidos cierre la puerta a los coches producidos en México va en contra del rumbo que está tomando el sector y las marcas que se están estableciendo allí.
Según los datos expuestos por la AMIA el sector del automóvil de Estados Unidos es mucho más competitivo gracias al trabajo que se lleva a cabo en