En la década de los 60, Jaguar lanzaba uno de sus modelos más icónicos, si no el que más, el Jaguar E-Type. Con una rara forma que a muchos recordaba a un zapato, el Jaguar E-Type se convertía en uno de los coches más veloces, deportivos y bellos de la época que se podía conducir con total libertad por las vías públicas. Su corazón, un 3.800 de seis cilindros en línea con 265 CV, que le permitían tocar los 240 km/h de velocidad máxima.
Jaguar también lanzaría una versión descapotable, tanto o más bella que el modelo coupé, con la misma mecánica y rasgos diferenciadores. Sin embargo, la variante más exclusiva es la del Jaguar E-Type Lightweight. Se trataba de una versión específica desarrollada para competir en la categoría GT, y la marca británica tenía en mente producir un total de 18 unidades, aunque finalmente solo produjeron 12.
Todas ellas contaban con diversas modificaciones como el chasis monocasco, aluminio en su carrocería y alguna que otra mejora mecánica. Jaguar Classic decidió hace un par de años construir las 6 restantes que habían quedado sin producir. Hoy hemos conocido que una unidad de las 12 primeras, concretamente la número 10. Dicen que ésta es la que mejor conservada está. En su más de medio siglo de vida solo ha estado en propiedad de tres personas diferentes y, según nuestra fuente, ganó la carrera de Australia en el campeonato GT del año 63.
Otros datos importantes de este vehículo son su número de chasis, S850667, y una distancia total recorrida, según el marcador, de 4.000 millas, menos de 6.500 kilómetros. Hace más de una década que no aparece un Jaguar E-Type Lightweight a subasta, y con la burbuja que existe hoy en día en este tipo de coches las estimaciones hablan que su precio de