Los automóviles superdeportivos con unas cuantas décadas a sus espaldas se encuentran en una enorme burbuja económica. Esto está siendo aprovechado por los más adinerados, que son capaces de invertir millones de euros en unidades exclusivas o en muy buen estado de conservación, como el Ferrari F50 que ocupa estas líneas.
El Ferrari F50 nunca fue tan querido como el F40, pero lo cierto es que es un vehículo tan avanzado a su época que a ninguno nos importaría tenerlo en el garaje, más aun viendo sus niveles de cotización. Esta unidad es una de las cuatro que recibieron el color negro para decorar su bella carrocería. La producción del Ferrari F50 se limitó exclusivamente a 349 unidades y solo llegaron 55 a los Estados Unidos, de los cuales 2 iban pintados en negro.
Cualquier vehículo que luzca el “cavallino rampante” con unos cuantos años a sus espaldas es un coche especial, pero un Ferrari F50 lo es aún más. Si tenemos en cuenta que, además de las pocas unidades producidas, esta unidad que vemos en las imágenes ha recorrido según su cuadro de relojes apenas 2.090 millas (poco más de 3.300 kilómetros), es de esperar que su precio se encuentra al alcance de muy pocas personas. Según RM Sotheby’s, la empresa que lo subastará en Arizona, será entregado a cambio de 3 o 3,5 millones de dólares, 2,8 o 3,3 millones de euros.
A nosotros nos da pena que un coche como el Ferrari F50, concebido especialmente para disfrutar de la conducción más pura, haya recorrido tan pocos kilómetros a lo largo de su vida. Este coche concreto fue producido en 1995. Su corazón es un V12 de 4,7 litros atmosférico asociado a una caja de cambios manual de seis marchas. Rinde 520 CV que unidos a su construcción ligera con fibra