Tras anunciarnos la renovación del Skoda Octavia RS ayer mismo, basada en el Skoda Octavia 2017, el fabricante checo nos comunica que el Skoda Scout también ha recibido un lavado de cara. El Skoda Scout está basado en el Skoda Octavia Combi, y es un familiar con ciertas aptitudes todoterreno. Una alternativa interesante al Audi A4 Allroad o al Subaru Outback, aunque ambos están posicionados en un espectro más premium, de mayor precio. A continuación de contamos las cuatro claves de su renovación.
1) Una estética actualizada a la gama Skoda Octavia 2017
Tiene un gran componente práctico, con un maletero de 610 litros, ampliable a 1.740 litros abatiendo los asientos.
Estéticamente, el Skoda Scout hereda de los renovados Skoda Octavia sus ópticas partidas, con opción a equipar tecnología full-LED e iluminación adaptativa. La calandra y el capó han sido ligeramente rediseñados, al igual que los pilotos traseros y luces antiniebla, en todos los casos con tecnología LED. El Skoda Scout 2017 lleva el paquete Rough-Road de serie, con protecciones de plástico para los bajos, líneas de freno y líneas de combustible. Conserva una estética más agresiva, con pasos de rueda de plástico y una mayor altura libre al suelo.
2) Mejores capacidades todoterreno
Tiene 17 centímetros de altura libre al suelo, 30 mm adicionales con respecto al Skoda Octavia Combi.
El Skoda Scout 2017 es más capaz fuera del asfalto que su predecesor. No deja de ser un familiar con mayor altura libre al suelo, pero es capaz de defenderse correctamente en pistas forestales, sin llegar a la destreza off-road de un Subaru Outback, superior que muchos SUV. Sea como fuere, han mejorado sus ángulos todoterreno: su ángulo de ataque es de 16,6 grados, y su ángulo de salida de 14,5 grados. La tracción integral es de serie, y cuenta con un bloqueo electrónico de