La guerra sucia que ha abierto Donald Trump hacia las principales empresas del sector del autómovil del mundo traerá cola, eso es seguro. Ford será la primera perjudicada con toda esta historia y si los mexicanos así lo quieren pueden perder un puñado de ventas en uno de sus principales mercados. Ya sabemos que la firma ha cancelado la construcción de su nueva planta en el país y por tanto la inversión de 1.600 millones de dólares no llegará al estado de ninguna forma.
Los miles de puestos de trabajo (directos e indirectos) que se iban a crear nunca se llevarán a efecto y la economía de la región seguirá como hasta ahora. Sin embargo parece que las primeras lanzas en contra de esta decisión están empezando a levantarse y tienen dirección a la firma del óvalo azul. El político y figura del partido que gobierna el país, el PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, ha iniciado una campaña contra la firma americana.
Este miembro del PRI ha colgado en sus redes la imagen que abre este post. En ella, de forma clara, se anima a los mexicanos a que no compren más vehículos de Ford ya que la marca les ha dado la espalda como país para fabricar allí sus coches. La imagen, que se ha hecho viral en muy poco tiempo en las redes promueve el “ojo por ojo y diente por diente” pero puede provocar un distanciamiento mayor con la marca.
Cierto es que Ford ha comunicado que sus planes en el país no van a cambiar, pero la confianza que el cliente mexicano tenía en ella se ha quebrado y por tanto se sienten dolidos como país. Toda esta situación puede acabar muy mal ya que la cooperación entre México y Estados Unidos se remonta a muchos años y las empresas