Como los bloques de hormigón del Berliner Mauer y las pinturas del East Side Gallery berlinés. Como el Mausoleo de Lenin en Moscú. Como las sondas Soyuz que desde los albores de la carrera espacial llevaron a la humanidad más allá de los confines de la Tierra, y aún siguen haciéndolo. El Lada Niva es una reminiscencia de un tiempo en que el mundo estaba dividido en dos grandes bloques. De una época en la que la industria soviética quería crear un todoterreno ágil y competente fuera del asfalto, y en las maltrechas vías de la unión de repúblicas de soviets. Pero ante todo el Lada Niva debía ser un todoterreno civilizado y asequible. 40 años después de que se fabricase el primer Lada Niva el camarada apunta a su final. Un acontecimiento triste que a su vez también genera esperanza. Habrá un Lada Niva, ¿pero estará a la altura de su legendario predecesor?
No sabías que estos siete coches llevaban tantos años en el mercado
Según publicaba la revista francesa Capital (vía Carscoop), en una entrevista a Nicolas Maure, CEO de la nueva AvtoVAZ, el Lada Niva afronta ya la recta final de su comercialización para recibir un sucesor que tendrá que estar a la altura de este legendario todoterreno. Nuestras esperanzas o, mejor dicho, morbo, tienen que ver con el hecho de conocer cómo se puede reinterpretar un todoterreno económico y tan conocido como el Lada Niva en pleno siglo XXI.
Pero nuestro pesimismo está más próximo de la realidad a la que nos podríamos enfrentar. Sobre todo si comprendemos que un Lada Niva moderno estaría muy lejos de ser un todoterreno con el encanto y la sobriedad de la ingeniería que floreció en aquellos años en los que aún existía el Bloque del Este, para convertirse en efecto en