Una de las señas de identidad del Porsche 911 ha sido históricamente su motor bóxer de seis cilindros. Primero refrigerados por aire y desde la generación 996, refrigerados por agua; de aspiración atmosférica todos ellos hasta la llegada de la sobrealimentación con el primer 911 Turbo (930), los turbos se mantuvieron limitados a los 911 Turbo y algunas versiones de producción limitada como el GT2 RS. Hasta la llegada de la renovación de la actual generación… Con el 991.2 toda la gama del deportivo por excelencia de Porsche ha pasado a montar motores sobrealimentados con dos turbos, desde el más básico Carrera hasta los nuevos GTS. Aún faltan por conocer los 991.2 GT3 y GT3 RS pero en lo que a sus motores respecta hay buenas noticias, al menos para los más puristas…
Aspiración atmosférica para el próximo 911 GT3: Porsche sabe cómo cuidar de su público más purista
Porsche 911 GT3, a prueba. ¡Matagigantes!
Con la llegada de la turboalimentación a toda la gama del Porsche 911, algunos se echaron las manos a la cabeza: se perdería la pureza y la respuesta instantánea del motor bóxer y, además, no sonarían igual. De hecho, las notas que emanan por los escapes de los 991.2 tienen razones para envidiar a sus predecesores atmosféricos. Todo lo anterior, sin embargo, en tanto en cuanto pueden ser opiniones subjetivas, contrasta con las virtudes contrastadas de los nuevos motores turboalimentados: son más potentes y menos ‘tragones’. Dicho de otra forma, son más eficientes a la vez hacen a los 911 más rápidos que nunca.
De la gama actual aún quedan por renovar algunas versiones: los últimos han sido los 911 GTS y el siguiente será el 911 GT3 2017, al cual podremos ver en vivo por primera vez en el próximo Salón de Ginebra, en marzo. Porsche tiene pensado presentar uno de sus