Si fuese asquerosamente rico no me importaría tener un Bentley Continental Supersports en el garaje. El coche más rápido y potente de la marca ha recientemente nacido con una puesta a punto más deportiva, y una evolución de su motor 6.0 W12 biturbo, cuya potencia ya alcanza los 710 CV de potencia. Cuajado de detalles rácing, y con la opción de personalizarlo a través de Mulliner, el único complemento que necesita es el exclusivo smartwatch Breitling for Bentley Supersports B55, creado en exclusiva para este GT.
Breitling lleva colaborando con Bentley desde 2003, cuando fabricaron el reloj del primer Continental.
¿Smartwatch? A simple vista no lo parece, la verdad. Pero sí lo es. Los fabricantes de relojes de lujo poco a poco van saltando a la era digital, y lo hacen con relojes cargados de tecnología pero aspecto tradicional. Aparentemente, es un cronógrafo con una sola corona y dos pantallas de cristal líquido de pequeñas dimensiones. Al tacto, se puede ver que ha sido mecanizado a partir de un bloque de titanio, y engarzado con fibra de carbono. Pero las entrañas de este reloj limitado a 500 unidades esconden muchos secretos.
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Su mecanismo interno es electrónico. Se llama SuperQuartz y emplea la misma tecnología de compensación de sus sistemas de cronometraje deportivo, muy usados en motorsport. Este reloj posee un doble cronómetro, un tacómetro electrónico y un contador de vueltas, funciones comunes en cronógrafos deportivos. Una de las novedades es que cuenta con diferentes modos, adaptados a diferentes prácticas del motorsport. Por ejemplo, el modo Chrono Rally, con capacidad de almacenar tiempos de hasta 30 etapas de rallye.
O el modo Regularity Rally, especialmente adaptado para ser de ayuda en rallyes de regularidad, en los que el control de los excesos y defectos de tiempo es vital. También cuenta