Desde que Jaguar saliera de Ford Motor Company camino al grupo Tata Motors su vida e historia han cambiado radicalmente. Dentro de la marca del óvalo azul no logró obtener el brillo que la firma hindú ha sabido darle y ahora que está en su mejor momento, en años, ha decidido que se convertirá en la piedra del zapato de las firmas premium alemanas. Tal es la revolución que están tramando los responsables e ingenieros de la firma que de dedicarse en exclusiva a la fabricación de berlinas y deportivos pasarán a tener tres SUV de asegurado éxito en el mercado.
El F-Pace abrió la veda a estos vehículos en la firma y a tenor de los resultados que está cosechando en las listas de ventas no nos parece descabellado que la firma haya decidido tirar por este camino. El Jaguar I-Pace se convertirá en el primer SUV eléctrico de la marca y del mercado (con perdón del Tesla Model X) y con él podrán entrar en la liga de los coches eléctricos y a la vez mantenerse en el segmento de moda.
Sin embargo a la marca aún le quedan varios cartuchos que quemar, y el lanzamiento de un nuevo SUV situado por debajo del F-Pace está entre ellos. El E-Pace (el nombre aún no ha sido confirmado por la marca pero tiene muchas papeletas para ser este) está ultimando su fase de desarrollo y como todo vehículo nuevo en esa situación tiene que salir a realizar sus test y pruebas de validación por diferentes climas y países del mundo.
Precisamente haciendo sus tareas es cuando lo han pillado los fotógrafos espía y aunque su denso camuflaje no deja mucho a la vista, si que podemos sacar algunos datos y conclusiones. El primero y más evidente es que su diseño exterior se