Holden está viviendo una época de cambios. La firma australiana de General Motors está, por una parte, cerrando su actividad industrial en el país austral y, por otra parte reorganizando sus actividades comerciales con la llegada de modelos nuevos a su catálogo. Para ello está contando con la ayuda de su matriz y sus nuevos dirigentes que, a modo de celestinas, están eligiendo los mejores modelos de cada marca hermana de General Motors para comercializarlos bajo su sello en Australia.
Ya sabemos que el principal donante de modelos para Holden será Opel y que el nuevo Insignia Grand Sport se convertirá en el Commodore de la firma. Sin embargo parece que la casa del león no va a coger prestados todos los modelos de su hermana alemana. Según han declarado los directivos de la firma, tras la presentación del Opel Crossland X, a Australia no está previsto que llegue una versión remarcada de este modelo.
Según Sean Poppitt, uno de los portavoces de Holden, el nuevo Crossland X no se ajusta a los gustos de los clientes australianos y que por tanto, su llegada al país está descartada. Además, ha dicho que el Holden Trax (hermano gemelo del Chevrolet Trax) acaba de llegar al mercado y por diseño y posicionamiento está más adaptado al tipo de vehículo nuevo que buscan los clientes de la firma.
Sin embargo ha aclarado que, aunque hayan decidido que este modelo no llegará al país en este momento, si las cosas cambiaran podrían estudiar las modificaciones a aplicar sobre él para llevarlo y comercializarlo. Otra de los aspectos que ha querido mencionar Poppitt es que el SUV grande de Opel, el Grandland X sí que llegará a Australia una vez sea presentado de forma oficial para la firma del rayo y le hayan aplicado los cambios necesarios para que