La Super Series de McLaren espera una nueva generación de coches que pronto empezará a desvelarse con el sucesor del McLaren 650S. Dicho sucesor será presentado oficialmente durante el mes de marzo con motivo del Salón del Automóvil de Ginebra. Como en todo relevo, más aún si hablamos de superdeportivos, es de esperar que la nueva generación reciba mayores dosis de tecnología para mejorar el rendimiento, la eficiencia y también la diversión a los mandos del nuevo coche de Woking.
El sucesor del McLaren 650S será el coche que vemos en la cabecera con un completo camuflaje. La imagen escogida, demostrando que estamos ante un potente coche de propulsión trasera, no es casualidad. Y es que, además de su enorme caballería enviada al tren trasero, la nueva generación incorporará un control de chasis denominado “Proactive Chassis Control II”, que a su vez incluirá una función llamada “Variable Drift Control”. Sí, un sistema electrónico para facilitar el control del derrapaje.
El Ford Focus RS fue el primer modelo conocido que decidió incorporar un “modo Drift” entre sus modos de conducción. Los diseñadores del compacto de Ford lo descubrieron casi por error, al detectar un funcionamiento defectuoso en la gestión electrónica, lo que les dio la idea de repartir la potencia de una forma que facilitara el derrapaje. Pero el Focus RS no es el único modelo que se ha atrevido, y es que incluso Mercedes ha hablado de algo similar en el E63 AMG.
Pero el Proactive Chassis Control II es mucho más que una facilidad a la hora de buscar y controlar un derrape. Esta segunda generación permite al conductor escoger entre 3 modos de conducción diferentes como son Comfort, Sport y Track. Para mejorar a la versión predecesora este chasis toma informaciones de más sensores que antes, monitorizando y adaptando la respuesta