El Grupo Volkswagen es el mayor fabricante de coches del mundo según las ventas registradas durante el pasado año 2016. El consorcio alemán se propuso hace algún tiempo superar a General Motors y Toyota como primer fabricante del mundo y parece que lo ha conseguido. Para alcanzar dicha posición ha tenido que realizar muchas y variadas inversiones en mejorar sus modelos, plataformas y lazos logísticos, pues si la rentabilidad del grupo aumenta sus posibilidades de mejora también lo hacen.
Uno de los puntos en los que más han trabajado y donde más recursos han gastado fue en el desarrollo de su moderna plataforma modular MQB. Con esta arquitectura escalable el Grupo Volkswagen ha dado vida a sus modelos del segmento C – D, para los que antes empleaba plataformas independientes. Para llegar a ella han tenido que gastar ingentes cantidades de dinero pero una vez implementada en sus fábricas el ahorro en costes al fabricar sus coches es bastante elevado.
Esta plataforma supuso una revolución en la industria, pues dotaba a los modelos del Grupo Volkswagen de una versatilidad que sus rivales no tenían. Sin embargo, como todo elemento técnico que se está estrenando ha tenido algún que otro fallo. Prueba de ello son los problemas que han sufrido algunos modelos con los compresores de los aires acondicionados o algunos desajustes entre partes de su carrocería.
Una vez subsanados los problemas iniciales, los responsables de Volkswagen se pusieron manos a la obra para desarrollar una variante más pequeña de la MQB. Con ella querían crear una familia de vehículos situadas por debajo del segmento C con los mismos sistemas de fabricación que ya están empleando. Para ello lo más fácil era mantener la parte delantera de la plataforma inicial y modificar la parte trasera.
De este trabajo de ingeniería nace la plataforma MQB-A0. Sobre