Peugeot tiene un nuevo shooting brake en sus filas, un coche a medio camino entre el coche familiar y un coupé deportivo que, de forma conceptual, nos introduce no sólo en un atractivo diseño, sino que pone a nuestra disposición una bonita ventana por la que asomarnos al futuro de la marca, un futuro conectado, con un coche capaz de comunicarse con el entorno, con nuestra casa, con otros coches… y donde por primera vez en la marca se nos habla de conducción autónoma.
El Peugeot Instinct no es sólo un coche autónomo… es un coche muy conectado que aprende del uso de nuestros dispositivos:
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Sí, el Peugeot Instinct es el primer coche autónomo de la marca francesa, aunque claro, lo es, al menos por ahora, desde la conceptualidad, abordándolo, con un diseño pasional y claro, brindándonos la oportunidad de conducirlo cuando queramos.
Los franceses no han hablado de mecánicas, desconocemos que se esconde bajo el capó de este concept, pero claro, la ausencia de una parrilla frontal tradicional (como esas llantas carenadas) hace, inevitablemente, que pensemos automáticamente en una mecánica eléctrica.
Esa afilada mirada, el deportivo aspecto de su capó, esos grandes pasos de rueda, la atractiva vista lateral, esas grandes ópticas posteriores dándole al conjunto un aspecto aún más ancho… ¿Quién no querría ver un coche así en su concesionario Peugeot más cercano?
En su interior destaca, más allá de las formas de este habitáculo, la gran pantalla del sistema multimedia, una instrumentación semejante a la de los últimos lanzamientos de la marca y esa enorme superficie táctil que conforma el puente central.
Quedémonos con la idea de un coche muy conectado, con el aspecto de su sistema multimedia y con que Peugeot está