Con más de 30 años de historia, el Seat Ibiza ha sido uno de los modelos que más ha ayudado a la firma española. Llegaba al mercado en 1984 como el primer Seat de desarrollo propio, sin estar relacionado con los italianos de Fiat, y antes de que la marca fuera gestionada por Volkswagen. Desde entonces han sido producidas más de 5,4 millones de unidades distribuidos entre un gran número de mercados.
Tras algunos vídeos teasers de la marca y unas imágenes filtradas antes de su presentación oficial, ahora sí, ya tenemos con nosotros al Seat Ibiza de quinta generación. Desde la marca española dicen que es el mejor Ibiza de la historia; esperemos que así sea, aunque no podemos afirmarlo rotundamente hasta que no pase por nuestras manos alguna unidad de pruebas. Pero basta de charlas, vamos a descubrir cada detalle del utilitario español.
Pequeño por fuera y muy grande por dentro
El nuevo Seat Ibiza es, respecto a su generación predecesora, 2 mm más corto y 1 mm más bajo. Será algo inapreciable, pero vemos que la anchura de la carrocería crece en 87 mm y que la distancia entre ejes ahora es de 2.564 mm. Estas cotas han permitido que el Seat Ibiza 2017 sea mucho más grande por dentro sin que por fuera se aprecie. El espacio para las rodillas crece 35 mm, la altura crece 24 y 17 mm en las plazas delanteras y traseras respectivamente, mientras que en anchura del interior gana 42 mm. Podríamos pensar que si crece tanto en su habitáculo el maletero iba a ser más pequeño; pues no, ha crecido nada menos que 63 litros para situarse en 355 litros, quedándose muy cerca del volumen del Seat León.
Todo esto ha sido posible gracias a que el utilitario de Seat ha sido desarrollado sobre