Los coches están en constante evolución, como elementos tecnológicos que son. Los coches de principios del siglo pasado se arrancaban por manivela, se estropeaban con sólo mirarlos y apenas superaban los 40 km/h. Hoy por hoy, conducimos ordenadores sobre ruedas, integrados con nuestro smartphone, con unas prestaciones y seguridad a años luz de los coches de los años 90. ¿Quién iba a decirnos hace sólo 10 años que los coches podrían detenerse automáticamente ante un peatón desprevenido? Muchas de las actuales innovaciones han llevado a la extinción a elementos que dábamos por hechos en el mundo del automóvil.
Queremos que te sientas mayor: sólo si tienes al menos 30 años recordarás estos 10 elementos, ya proscritos de los automóviles actuales.
1) Carburadores
Aquellas frías mañanas en las que el coche del abuelo – en mi caso un vetusto Renault 11 – no arrancaba son cosa del pasado. La inyección de combustible ha acabado con aquél suplicio, como también ha acabado con los problemas de carburación, que provocaban que el coche no funcionase todo lo fino que debiera. También ha quedado lejos aquello de “tirar del aire” para regular la mezcla entre gasolina y aire durante los primeros minutos de circulación. No echamos de menos la carburación, realmente: la inyección es mucho más fiable (especialmente la electrónica) y da a nuestros motores más potencia y menos consumo.
2) Radiocassettes extraíbles
A finales de los 80 y principios de los 90 los radiocassettes eran uno de los platos más jugosos para los ladrones.
Mis padre aún conservaba a principios de los 90 el Ford Fiesta que había adquirido en 1981. Aquél trasto tenía más kilómetros que algunos autobuses de línea y pasaba más tiempo en el taller que en la carretera. Su “equipo de infotainment” era un radiocassette, que leía cassettes y reproducía emisoras de radio. Por