Detrás de los excesos de velocidad, y su persecución por parte de las autoridades, no siempre existe un afán recaudatorio, ni el interés por mantener a raya a los conductores y mantener las arcas públicas a costa del conductor descuidado que pasa más rápido de lo que debería por delante de un radar. Estaréis conmigo en que a nadie le gustaría ver cómo constantemente están pasando coches a 100 km/h por la puerta de su casa, por donde cada día pasea tu mujer o tu marido cuando va a hacer la compra, o junto a la puerta de los colegios donde tus hijos estudian y juegan después de las clases. De ahí que, ante la pasividad de las autoridades, los ciudadanos de la localidad escocesa de Moray idearan una solución tan ingeniosa como desesperada, la de plantarse junto a la carretera con un chaleco reflectante y un secador de pelo.
Los vecinos de Moray tomaron la decisión de plantarse con un chaleco reflectante y un secador de pelo junto a la carretera ante la preocupación que genera la gran velocidad a la que circulan los coches por sus travesías
Cuenta la BBC que los vecinos de Moray estaban tan preocupados por el hecho de que los coches atraviesen su localidad a velocidades que a menudo superan las 60 mph (96,56 km/h) que decidieron disuadir a los conductores vistiéndose con un chaleco reflectante y apuntándoles con un secador. Evidentemente, cuando los conductores ven a un vecino de Moray de esta guisa imaginan que se trata de un guardia de la policía escocesa realizando un control de velocidad. Y es que en Reino Unido y otros países los radares portátiles, de tipo pistola, son muy comunes, tanto como los trípodes, o los sistemas en coches camuflados, que se emplean en España.
Los vecinos de Moray