¿Por qué nos gustan tanto los motores rotativos? Porque sin duda son motores que encajan perfectamente en la filosofía de un coche deportivo, pequeños, con unas prestaciones muy altas para su tamaño, capacidad para rodar a regímenes de revoluciones muy altos y, no solo deleitarnos con su sonido, sino sobre todo disfrutar al máximo cada marcha engranada. Desde el punto de vista de la ingeniería, el motor rotativo es sencillamente una genialidad. Lo es por conseguir un rendimiento alto con un número inferior de piezas a un motor de pistones, con un tamaño compacto. Pero a pesar de sus virtudes, también existe una lista de inconvenientes importantes, tan importantes que hoy en día podrían considerarse insalvables. Pero tenemos buenas y malas noticias para ti. El regreso del motor rotativo está cerca, pero por desgracia no será como nos gustaría, ni como lo habíamos recordado.
Buenas noticias: Mazda no ha abandonado el desarrollo de rotativos, ¿pero los veremos en la calle?
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La noticia que conocíamos estos días, y que apuntaba a dos nuevas patentes de Mazda referentes al motor rotativo, nos recordaba que los de Hiroshima no han abandonado una de las tecnologías que inexorablemente todos asociamos a Mazda. Si tuvieras que explicar a alguien la historia y el funcionamiento de un motor rotativo estoy convencido de que serías incapaz de hacerlo sin mencionar a Mazda.
Mazda habría registrado unas patentes que, no obstante, no significan que esta tecnología haya recibido luz verde para llegar a un coche de producción. Pero sí que podemos acercarnos bastante a la única y más que probable salida que se dará a la tecnología de Félix Wankel.
¿Por qué no volveremos a ver motores rotativos tal y