Como lo leen. El pasado 3 de marzo una de las líneas de producción de la fábrica de BMW en Múnich tuvo que ser paralizada durante 40 minutos. Puede parecer una anécdota, pero lo cierto es que, según apunta el medio alemán Bild, el motivo de esa parada no fue una avería ni tampoco una huelga, sino que dos operarios tuvieron unos problemas que seguro no hicieron demasiada gracia a los encargados de la factoría ni a los altos cargos de la firma.
Al parecer, los dos empleados llegaron a su puesto de trabajo mostrando signos de haber consumido alcohol y sustancias estupefacientes. Los dos trabajadores no podían realizar su cometido y a eso de las 10:40 del citado 3 de marzo se derrumbaron. Ambos tuvieron que ser atendidos por servicios médicos y la cadena de montaje tuvo que detenerse. Según Bild, habían consumido importantes dosis de alcohol y también habían fumado marihuana.
Un portavoz de la marca comentaba en unas declaraciones que este acontecimiento supuso unas pérdidas a la empresa de “cinco dígitos”, aunque el medio alemán al que hacíamos referencia dice que la cuantía es muy elevada, cercana al millón de euros. En cualquier caso, el “lío” causado por estos dos operarios probablemente haya supuesto la pérdida del puesto de trabajo para ambos. No sería muy normal que la factoría les diera una nueva oportunidad después de las cifras de pérdidas citadas.
Los dos trabajadores que se encontraban “borrachos y fumados” estaban realizando sus tareas en la zona de montaje de los tubos de escape. No sabemos si los empleados habían consumido alcohol antes de empezar su jornada laboral o durante el descanso; pero parece que durante dicho descanso sí habían fumado un “cigarrito de la risa”. Un tanto incompetentes y poco profesionales. ¿Se imaginan la cara de los altos cargos