La industria del automóvil vive un momento interesante, de impás, en el que los fabricantes ya han de pensar en los nuevos ciclos de homologación armonizados bajo condiciones más próximas a la realidad, y los protocolos de homologación empleados hasta la fecha siguen siendo demasiado importantes – y decisivos por su influencia en el Impuesto de Matriculación – como para dejar de tenerlos en cuenta. A la espera de nuestra primera prueba del Opel Insignia Grand Sport, que llevaremos a cabo en los próximos días, ya os podemos ir adelantando algunos detalles interesantes del relevo generacional del Opel Insignia. Detalles como la llegada de un nuevo motor, el 1.5 Turbo que estrenará Opel Insignia Grand Sport y se irá extendiendo en el resto de la gama Opel para sustituir a diferentes versiones de los motores 1.4 Turbo y 1.6 Turbo que conocíamos hasta ahora.
¿Por qué un nuevo motor 1.5 Turbo para el Opel Insignia Grand Sport?
Desde el nuevo Opel Astra, los alemanes ya están anunciando los consumos y emisiones bajo ciclo de homologación armonizado – y más próximo a la realidad – WLTP
Más allá de downsizing, o de fin del downsizing, Opel asegura que su nueva generación de motores ha sido concebida para adecuarse a los requisitos del nuevo ciclo de homologación basado en una prueba más realista. Nos cuentan que los motores a estrenar por el Opel Insignia Grand Sport habrán conseguido mejorar sus consumos (y por ende sus emisiones de CO2) entre un 3% y un 10% según el ciclo de homologación de emisiones WLTP, basado en pruebas más realistas. Recordemos que Opel – y otros fabricantes como PSA Peugeot Citroën, ahora propietaria de Opel – ya se ha adelantado a la obligatoriedad de homologar bajo este ciclo publicando los resultados de sus últimos lanzamientos, de Opel Astra