¿Hay futuro para el motor rotativo de Mazda? El retorno del motor de ciclo Wankel sigue siendo muy esperado por todos los aficionados al automovilismo, pero no está exento de retos y contratiempos, especialmente en lo tocante a su eficiencia y nivel contaminante, dos puntos que deben ser subsanados para su eventual retorno. Sabemos que un grupo de ingenieros selectos trabajan intensamente en posibilitar su retorno, ya sea como propulsor de un esbelto deportivo de propulsión trasera, o como extensor de autonomía en un coche eléctrico. Las dos patentes que Mazda acaba de registrar aportan algo de luz al futuro del motor rotativo.
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La primera de las patentes, según informa Autoblog, convertiría al motor rotativo en un extensor de autonomía para coches eléctricos, una solución similar al motor de scooter que BMW usa en su i3 REX. La patente muestra un motor rotativo de pequeño tamaño y cubicaje, con un solo rotor. Este motor estaría montado en la parte trasera del coche, y solo funcionaría cuando la batería del coche eléctrico estuviese agotada. El motor no estaría conectado a las ruedas, ni podría mover al coche por sí mismo – de eso se encargaría un motor eléctrico, moviendo el tren delantero del coche. Este rotativo simplemente nos ayudaría a seguir adelante.
La segunda patente parece más interesante, aunque en cierto modo está relacionada con esta primera. Es la primera patente para un sistema Stop&Start de desconexión automática del motor en paradas, similar al que ya usamos en los motores de pistones desde hace más de una década. Aunque el concepto sea el mismo, el funcionamiento del motor rotativo plantea retos únicos, especialmente en una desconexión rápida. El rotor debe quedar parado en