El sector del automóvil, como muchos otros del mercado, es uno de los más duros en cuanto obtención de beneficios. Muchas personas se piensan que cuando un concesionario vende un coche obtiene un beneficio de mil, dos mil o tres mil euros y eso es una completa mentira. El margen económico de un vehículo puede estar sobre el 2 o 3 por ciento, pero los clientes lo ignoran y evidentemente les da lo mismo, pues ellos piensan que pueden regatear al vendedor para que les regale el coche.
Los beneficios económicos de una marca pueden sustentarse sobre dos pilares. Por una parte está el volumen bruto de ventas y por otra parte está la obtención de un margen elevado por cada unidad vendida. Ambas opciones son incompatibles entre sí, pues no se pueden vender 1 millón de coches al año obteniendo un rendimiento unitario de un 20 o 30 por ciento. Al revés ocurre lo mismo, no se pueden vender 100 mil unidades y obtener un 2 por ciento de rentabilidad por cada unidad vendida ya que haría inviable su fabricación.
General Motors (pongo este ejemplo casi siempre) es el grupo automovilístico que mejor sabe que vender más que nadie en el mundo no proporciona más beneficios; sino acordaros como acabó cuando empezó la crisis. El Grupo Volkswagen, por ahora, está salvando los muebles pero crecer en economías de escala vale dinero y llegará un punto en que ahorrar más dinero será complicado y las cuentas no le empiecen a cuadrar.
En este caso, vamos a hablar de cuánto ganan las marcas por cada unidad vendida. Según Bloomber (mediante una investigación realizada centrada en aspectos como facturación, beneficios y crecimientos de las marcas) hay fabricantes como Ferrari que puede ganar por una unidad producida hasta 83.000 euros. Este número lo obtienen de dividir