Cuando estalló el caso de las emisiones del Grupo Volkswagen en los Estados Unidos comenzó un juego de niños pequeños. En ese momento todas las firmas (con la propia Volkswagen a la cabeza) comenzaron a apuntarse con el dedo acusador en cuanto a trampas y falacias para engañar con las emisiones contaminantes de sus coches.
Tanto se habló y tanto se removió el tema, que las autoridades de medio mundo se han puesto a investigar qué es lo que han estado haciendo las firmas en sus territorios. Tenemos a Volkswagen hasta el cuello en Estados Unidos y Europa. Nissan está siendo investigada en Corea del Sur. Renault y el Grupo PSA en Francia. Y como ejemplo de lo que puede pasar, Mitsubishi fue pillada y acabo fagocitada por su socia Nissan.
Entre todas ellas falta por hablar del grupo italo americano Fiat Chrysler Automóbiles (FCA). Desde que estallara el escándalo los directivos del Grupo Volkswagen la acusaban de lo mismo y parece ser que han logrado echar un poco de estiércol sobre la firma que dirige Sergio Marchionne. Al parecer, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos detectó que FCA estaba usando un software trampa (o defeat device) en la mecánica de sus RAM 2500 y Jeep Grand Cherokee.
Pues bien, una vez que la Agencia de Protección del Medio Ambiente ha realizado las pesquisas que ha estimado oportuno, ha decidido traspasar el caso a las autoridades judiciales de los Estados Unidos. El Departamento de Justicia del país está analizando las pruebas o evidencias que “podrían” existir en contra de FCA y ahora habría solicitado la colaboración y documentación necesaria al grupo italo americano.
El Grupo FCA, al parecer, ya ha aportado documentación sobre sus actividades con la finalidad de esclarecer el asunto. Por ahora FCA ha confirmado que ha