El Bugatti Chiron es el coche más deseado del mundo para muchos amantes de los superdeportivos, el lujo y la velocidad extrema. Cuesta más de 2 millones de euros y es propulsado por un motor W16 de 8 litros, sobrealimentado por cuatro turbos, que golpea fuerte con sus 1.500 CV a pleno rendimiento. Dicen que el dinero da la felicidad, pero algunos quisieran llorar en un coche como éste.
El director de Bugatti, Wolfgang Dürheimer, declaró hace tiempo que “el cliente promedio de uno de sus modelos tiene otros 84 coches, tres jets privados y un yate”. Con estas afirmaciones nos dejó a todos con la boca abierta, aunque no sabemos si es del todo cierto. El caso es que, si eres cliente de Bugatti y cumples con el promedio a falta del yate, igual te interesaría adquirir el Niniette 66. Un yate tan lujoso como el Bugatti Chiron y, además, con diseño inspirado en él. Un gran complemento.
Visualmente no hay duda de que las formas y líneas de diseño del Niniette 66 han sido tomadas del Bugatti Chiron. Sin embargo, las proporciones no son las mismas, ya que este barco lujoso tiene 20 metros de eslora (66 pies). El superdeportivo francés es de lo más lujoso, pero no puede recibir un jacuzzi o una barbacoa para hacer unas chuletas en una fiesta de amigos como en el yate. Un yate que, por cierto, es fruto de la colaboración entre el fabricante de yates lujosos Palmer Johnson y Bugatti.
Solo se comercializarán 66 unidades, cada una bajo los gustos y deseos del cliente. La parte “negativa” de este Niniette 66 es su velocidad máxima. Queda bastante por debajo del Chiron. Sería de locos pensar que correría lo mismo. En todo caso, para ser un yate, tampoco es nada lento, pudiendo navegar a