Desde que Porsche fuera adquirida totalmente por el Grupo Volkswagen las cosas han ido cambiando en sus entrañas. El Cayenne marcó el inicio de las colaboraciones en materia de tecnología y plataformas con su matriz y con el paso del tiempo los lazos tecnológicos se han ido fortaleciendo. Evidentemente ha supuesto en ahorro considerable cuando los ingeniero de la casa de Stuttgart se ponían manos a la obra para desarrollar un nuevo modelo y como tal se ha traducido en una mayor rentabilidad de la compañía.
Sin embargo, en la búsqueda por ahorrar costes de diseño y desarrollo se puede caer en auténticas aberraciones. En el sector del automóvil se han dado casos de modelos únicos que han visto como su aura se difuminaba por haberse prestado a compartir gastos con otra marca. Por ello, en Porsche están de acuerdo en compartir tecnologías con el Grupo Volkswagen, pero no en todos los ámbitos ni a cualquier precio.
Según ha declarado Oliver Blume, jefe de Porsche, en la firma están abiertos a colaborar con su matriz para el desarrollo de nuevas tecnologías que les permitan mejorar sus coches ante la competencia. Sin embargo, ha advertido que sus motores boxter no se tocan y por tanto no entran dentro de los posibles trasvases tecnológicos que se puedan llevar a cabo entre la marca y su matriz.
Estas declaraciones han surgido al calor de los rumores que confirmaban que la próxima generación del Porsche 911 compartiría plataforma con la próxima generación del Audi R8. Además, parte de la plataforma de este 911 serviría para dar vida a los próximos Cayman y Boxter por lo que el ahorro en costes de desarrollo y trabajo para los ingenieros de la firma sería más que considerable.
No obstante, Oliver Blume aclaró que el uso de tecnología y plataformas de sus hermanos Audi