Muchos pensaréis que no, y con razón. En primer lugar, el Porsche 911 GT3 RS no es el coche con el reparto de pesos más adecuado para el drifting: a causa de su motor trasero, gran parte de su peso recae sobre el eje en el que queremos tener una constante pérdida de tracción. En segundo lugar, recordemos que el drifting es un deporte de contacto, con frecuentes accidentes – especialmente en tándem – y que pasa a la mecánica del coche una dura factura, especialmente a cajas de cambio y motores. A David Rawberts esto le da igual: piensa que es la forma más divertida de hacer drifting. Y creemos que tiene razón.
Algunos le llamarán hereje. Otros le aclamarán. Lo que está claro es que Rawberts tiene agallas y es muy original.
Por supuesto que el Porsche 911 GT3 RS no es el coche más adecuado para practicar el drifting. Pero qué más da que tenga una mecánica delicada o una puesta a punto de circuito, orientada al máximo agarre y precisión – qué importa todo esto, cuando prácticamente cualquier vehículo de propulsión trasera puede entregarse al drifting. La transformación de su Porsche 911 GT3 RS no ha sido demasiado severa, al menos por lo poco que muestra el vídeo, grabado de forma maestra por los siempre efectivos Donut Media – los mismos que nos han traído un Toyota GT 86 con motor Ferrari, sin ir más lejos.
Entre las modificaciones de este Porsche, encontramos una caja de cambios secuencial, parece que una dirección con más ángulo de giro y una jaula antivuelco más completa. No mucho más. Quizá esté en las primeras fases de la modificación del coche, porque no tiene freno de mano hidráulico, caídas de rueda espectaculares o ruedas de enorme ángulo de giro. Es un