Hasta los años ochenta, Alpina era, además de una escudería de competición, el preparador y proveedor de componentes de preparación para BMW más importante del mundo. En aquellos años, además, nacía el BMW M5, todo un icono del sedán de altas prestaciones que, a diferencia de lo sucedido en los tiempos más recientes, no necesitaba más que un motor de seis cilindros en línea para poner contra las cuerdas a muchos deportivos de su época. Pero a mediados de los ochenta, como ahora, siempre hubo inconformistas, que estaban dispuestos a pagar importantes sumas de dinero por un coche aún más potente, más rápido y más exclusivo. Razón por la cual nacieron los Alpina B7 Turbo, derivados de los Serie 5 E28 de seis en línea y potenciados hasta el punto en que no tendrían nada que envidiar a todo un BMW M5. Y el mejor ejemplo lo tenemos en este Alpina B7 Turbo de 1987, una auténtica bestia que no solo era más potente que un BMW M5 de la época, sino que también contaba con el propio chasis del BMW M5.
No son muchos los Alpina B7 Turbo que se fabricaron en aquellos años. Pero aún son menos los que se construyeron sobre el chasis de un BMW M5, y no de los 528i y los 535i de aquella generación. Aquellos Alpina rondaban los 320 CV de potencia, de nuevo gracias a su motor de seis cilindros en línea, gracias a un gran turbo K27. El de estas fotos, es un Alpina B7 Turbo de 1986 que ha sido puesto a la venta en Toronto, Canadá, en Bring a Trailer. Web en la que también nos cuentan que esta fue una de las 4 unidades que se construyeron sobre el chasis del BMW M5.
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