Es probable que te sorprenda que un superdeportivo supere los 100.000 kilómetros y aún más que llegue a sobrepasar con creces los 400.000 kilómetros. La imagen de un Lamborghini con más kilómetros que un taxi de Madrid no es, ni mucho menos, la habitual. Los superdeportivos generalmente están destinados a un uso ocasional, de paseo de fin de semana, y de circuito, por no hablar de aquellos que pasan toda su vida escondidos en un garaje o en una colección privada. Aunque por suerte hay excepciones. Y digo que por suerte, porque también hay que alegrarse que alguna bestia, como el Lamborghini Murciélago del que os hablamos hoy, hayan pasado buena parte de su vida viajando, y haciendo kilómetros. Y es que el Lamborghini Murciélago que nos ocupa ha recorrido más de 400.000 kilómetros. Ahora bien, ¿cuánto habrá gastado en combustible en todos estos años? ¿y en neumáticos? ¿conservará su motor original? ¿y la transmisión y el embrague?
La historia nos la cuenta Car & Driver, que no solo ha hablado con su propietario, sino que también lo han probado. Simon George adquiría en 2004 un Lamborghini Murciélago naranja (no es el de las imágenes que ilustran esta entrada) y lo hacía incumpliendo todos los consejos que te podamos proporcionar – como haría un buen amigo – acerca de comprar un superdeportivo. Simon había comenzado a invertir en inmuebles aprovechando créditos baratos y, aunque en ese momento no podía pagar un Lamborghini, no dudó en solicitar un nuevo crédito para adquirirlo y cumplir uno de sus sueños, satisfaciendo la idea que rondaba en su cabeza desde hace años.
El problema estaba en que su cash-flow no le permitiría mantener los pagos de su flamante Lamborghini. Con lo cual Simon necesitaba que su Lamborghini Murciélago no solo no le cargara con más