El tema emisiones contaminantes de los motores de combustión parece que ya ha estallado. El Grupo Volkswagen fue el primero que saltó a la palestra, pero parece que el resto de grupos y marcas van a caer con todo el equipo encima. Mitsubishi ha claudicado, Fiat Chrysler Automóbiles (FCA) está siendo investigada en Estados Unidos y Renault está sufriendo lo propio en Francia.
El país europeo se ha puesto muy serio, pues es parte, fiscal y juez en su sector del automóvil. Tiene acciones en Renault y el Grupo PSA y por tanto debe cuidar mucho que sus empresas cumplan con la legislación. De no hacerlo, el mismo ejecutivo se metería en graves problemas pues la Comisión Europea le pediría explicaciones. Por ello, además de estar investigando a la firma del rombo, también se ha puesto manos a la obra con la casa del león.
Según varios medios de comunicación internacionales, Automotive News entre ellos, Francia está investigando las emisiones de las motorizaciones del Grupo PSA. Al parecer, el fiscal de la ciudad de París habría enviado el pasado día 7 de abril una notificación formal al grupo francés para comunicarles la apertura de una investigación. Esta notificación llega cuando el consorcio francés se ha erigido como el primero en el sector que publica sus consumos y emisiones reales.
El delito que se les imputa según la notificación judicial es el de “hacer trampa en la calidad real y los controles realizados, con el agravante de que este tipo de eventos han tenido la consecuencia de los vehículos que hacen, peligroso para la salud humana o animal”. Estas palabras no son menores, pues el Ministerio de Medio Ambiente francés, está sobre ellos cual buitre tras de su presa.
Por lo pronto el Grupo PSA ha emitido un comunicado en el que niega todas las acusaciones que