El preparador estadounidense Hennessey se siente amenazado por el inminente Dodge Challenger SRT Demon. El Demon, del que ya conocemos multitud de detalles a través de sus incansables téasers, es un coche de drag racing, producido en serie. Equipa soluciones tecnológicas interesantes en su contexto, pero no deja de ser un producto sumamente especializado. Con todo, su enorme potencia estimada y la fuerte campaña de márketing puede hacer daño a algunos preparadores. Hennessey Performance Engineering ha decidido contraatacar con The Exorcist. Un Chevrolet Camaro ZL1 con más de 1.000 CV y ganas de exorcizar demonios.
El motor de este “exorcista” desarrolla la friolera de 1.000 CV y 1.350 Nm de par máximo.
Por si no nos queda claro que su objetivo es el Dodge Challenger SRT Demon, en el vídeo promocional aparece acompañado de un piloto que porta dos herramientas en forma de cruz, como si de un Padre Karras del mundo del automóvil se tratase. El Chevrolet Camaro ZL1 está estéticamente de serie – a excepción de un vinilo lateral en el que se puede leer “The Exorcist” – y de por sí es ya un coche de estética amenazadora y avanzada aerodinámica. Ahora bien, los verdaderos cambios practicados por Hennessey están ocultos a la vista. Estos cambios transforman a este Camaro en un cazador nato e implacable de demonios.
Su motor 6.2 LT4 V8 es uno de los ocho cilindros más potentes e interesantes del mercado, desarrollando 650 CV en los Corvette y Camaro ZL1 con la ayuda de un compresor volumétrico. Este propulsor ha sido llevado al extremo por Hennessey, que ha instalado un compresor de mayores dimensiones, así como un nuevo intercooler y una culata mucho más agresiva. También han retocado la centralita electrónica del coche, admisión y escape. Todos estos cambios consiguen una potencia final de unos