A veces, en la vida nos enfrentamos a dicotomías que nos suponen importantes dilemas en lo más profundo de nuestro ser. ¿A quién quieres más, a tu madre o a tu padre? ¿Prefieres un buen jamón o un buen queso? ¿Te comprarías un BMW M2 nuevo antes que un impoluto M3 E30? Preguntas todas de difícil respuesta, sobre todo quizá la última. Seamos honestos, el M2 de BMW es una maravilla dinámica (podéis leer la prueba pinchando aquí) pero, ¿a quién no le fascina la primera generación del M3?
Aunque no comparten denominación, el actual BMW M2 tiene con el M3 original quizá un vínculo más estrecho en cuanto a concepto que el M4 que ha acabado derivando con el tiempo directamente del M3 original. Un coche más pequeño y ágil, más pensado para divertirse al volante que para ser el más rápido en el circuito.
El M2 es actualmente lo más parecido al concepto del M3 E30 original. La pregunta es: ¿cuál te comprarías ahora mismo?
El M3 E30 de carretera se concibió, como tantos otros modelos fascinantes, ante el requerimiento de homologar el modelo de carreras. Presentado en 1986, esta unidad en cuestión que hoy nos ocupa se fabricó en 1990 y desde entonces ha recorrido 128.000 kilómetros, lo que da buena muestra de que, a diferencia de algunos clásicos que salen a la venta, este M3 ha sido disfrutado por sus propietarios.
Este M3 E30 con carrocería en color Rojo Brillante y piel negra en su interior fue entregado nuevo en 1990 en Múnich y once años después se fue a Reino Unido. Durante toda su vida ha sido cuidadosamente mantenido (cosa que parece confirmarse viendo el estado de conservación que deja ver en las fotos) y junto al coche se entrega el libro original con el historial de las revisiones llevadas a cabo, la documentación original alemana, los certificados