El Mercedes-Benz CLA Shooting Brake es, junto con el Clase C Estate, uno de los modelos con carrocería familiar de acceso que tiene la marca alemana. A diferencia de este último, el CLA cuenta con una carrocería que tiene ciertos aires de coupé. Nosotros nos pusimos a los mandos de la versión diésel de 177 CV, que responde a la denominación comercial 220 d. Está disponible en los concesionarios desde 41.050 euros (ver todos los precios).
Exteriormente, es indudable que se trata de un coche muy atractivo pese a contar con una carrocería de coche familiar. El frontal deja a las claras que se trata de un Mercedes-Benz, pues se asemeja al resto de modelos de la marca. Si tuviéramos que destacar detalles de su exterior, nos quedaríamos con la fabricación impecable de la carrocería, la doble salida de escape y los marcos de las puertas que carecen de marco.
Un ambiente muy deportivo
El interior también transmite bastante solidez, aunque nos hemos encontrados con ciertos detalles que son impropios de un modelo de este precio. Por ejemplo, el cierre de la puerta, aunque ajusta bien y resulta sólida, no desprende ese sonido perfecto que uno espera en un Mercedes- Benz. Además, hay bastantes zonas del salpicadero que crujen cuando se hace presión sobre ellas. Por lo demás, su diseño es atractivo y encontramos recubrimientos de piel en los asientos, salpicadero y en los paneles de las puertas. En estos últimos, el tapizado de piel parece bastante sufrido y resistente.
Desde principios del año pasado, el CLA incorpora nuevos tapizados para los asientos, nuevas molduras y mandos cromados. El elemento más destacado es el display multimedia de 20,32 cm (8 pulgadas), con pantalla exenta más esbelta y nueva superficie de cristal. Está disponible como equipo opcional para Audio 20 USB y Audio 20 CD.