Que los fenómenos del coche eléctrico y de Tesla están íntimamente relacionados es algo que nadie se atreve a negar a estas alturas de la película. Y es que la firma americana ha sido una -sino la que más- gran impulsora de esta tecnología. El resultado para Tesla son unas cifras de ventas con las que hace apenas un año sólo podían soñar.
La actual gama de Tesla es de momento algo escasa, ya que se limita a sólo dos modelos, el Model S y el Model X. El primero de ellos es una gran berlina de lujo que ronda los 5 metros de largo y que lucha -o lo pretende- directamente con modelos de la talla del Porsche Panamera, la Clase S de Mercedes-Benz o la Serie 7 de BMW.
Este modelo no sólo se ha convertido en un auténtico éxito para la marca, sino que ha supuesto un punto de inflexión dentro de la industria, que ha visto como la irrupción del Model S ha revolucionado el segmento hasta el punto de que algunos fabricantes, como Volkswagen, hayan devuelto a la mesa de diseño a alguno de sus modelos, como el Phaeton.
El resultado, tanto en el caso del Model S como del Model X, es que Tesla ha batido, por mucho, su récord de ventas en el primer trimestre del año, alcanzando las 25.000 unidades entregadas. Se trata, sin duda, de una gran cifra para un fabricante que no deja de ser “minoritario” y que se dedica exclusivamente a la propulsión eléctrica.
El planteamiento de Tesla está demostrando ser el correcto
Las ventas en estos tres primeros meses del año han sido superiores en el caso del Model S, con 13.450 unidades. Del Model X se han entregado 11.550 unidades, sumando entre los dos modelos las 25.000 unidades antes mencionadas, ajustándose a las estimaciones