Sólo podía pasar en Rusia. El vídeo que a continuación recogemos para vosotros fue grabado en la localidad rusa de Omsk. Mis conocimientos de ruso son nulos, pero no es necesaria la traducción. El propietario de un Mitsubishi Lancer va a arrancar su coche y se da cuenta de que hay algo atado a una de sus ruedas delanteras. Investigando un poco, sigue la cuerda y descubre la “sorpresa”. La cuerda va atada a la anilla… de una granada. Como lo oyes. Dejo que imagines que habría sucedido si el coche empieza a moverse, con el inevitable desprendimiento de la anilla de la granada.
Se me ocurren formas más civilizadas de evitar que alguien aparque donde no debe.
El vídeo se ha hecho viral en los últimos días, desde que alguien lo compartió en Reddit. En los comentarios se puede leer que es una especie de venganza por haber aparcado incorrectamente el coche, dificultando el paso de los peatones. Hasta donde sé, esto es una ocurrencia común en Rusia y se suele saldar con peleas, golpes en los coches o cristales rotos – en el peor de los casos, y si los estereotipos de Rusia son ciertos. Atar una bomba de mano a la parte superior del amortiguador de un coche – hasta donde una mente racional y civilizada alcanza – puede clasificarse como intento de asesinato.
Según leo en otros comentarios del mismo hilo de Reddit, algunos individuos llegan a poner troncos, clavos o cristales rotos en estas zonas para evitar que la gente aparque mal sus coches. La granada en cuestión era una granada de origen militar, con potencia suficiente para destrozar el coche y herir gravemente – o matar – al conductor y a quien pasara cerca del vehículo. Un equipo de desactivación de explosivos se encargó de extraer