El motor rotativo es, con diferencia, una de las tecnologías más fascinantes, para cualquier amante de la ingeniería, o de los coches, en general. Como si del famoso juego del Tabú se tratase, resulta harto complicado hablar del motor rotativo sin mencionar a Mazda, el fabricante que mejor ha sabido aprovechar esta tecnología en sus deportivos de calle. Hasta un punto en que la historia del motor rotativo en la industria del automóvil no se entendería sin su obstinación por salvar todos los problemas inherentes en su diseño para llevarlo a la calle (ver nacimiento e historia del motor rotativo de Mazda). Tal es la conexión existente entre el motor rotativo y Mazda, que a menudo podríamos olvidarnos de que esta tecnología realmente nació en Alemania, del trabajo de Felix Wankel y de un fabricante hoy desaparecido, NSU, que acabaría conformando lo que más tarde conoceríamos como Audi. Y es por eso que Audi celebra este año el 60 aniversario de su motor rotativo.
La leyenda de los 47 samuráis que hicieron historia – y siguen haciéndola – trabajando en el motor rotativo de Mazda
La pasión de Mazda por el motor rotativo es una historia de honor, lealtad …
La idea del motor rotativo ya rondaba la cabeza de un joven ingeniero, Felix Wankel, desde finales de los años 20. Durante décadas, Wankel trabajó para resolver los problemas existentes en lo que inicialmente no era más que un diseño teórico y experimentar con diferente sistemas de sellado de la cámara, y tipos de rotores, hasta llegar en 1953 a un diseño muy parecido al que hoy conocemos. Un diseño de motor rotativo con un rotor con forma de Dorito, o púa para tocar la guitarra.
Antes de que Mazda apostara por esta tecnología, el fabricante alemán NSU ya apostó por ella. En marzo