Hace algo más de un mes os estábamos presentando al nuevo BMW M4 CS 2017, una versión a caballo entre el M4 “normal” y el BMW M4 GTS. No debemos confundirlo con aquella edición especial que salió durante el pasado año y que era exclusiva para el mercado español; pues esta, aunque reciba la misma denominación, está abierta al resto de mercados. Cuando lo conocimos venía un espectacular tono azul “San Marino Blue Metallic”.
BMW ha decidido incorporar una nueva tonalidad para su cuidada carrocería que, pese a que no es tan llamativa como el tono azul, también le sienta como un guante. Se llama, agárrate, Lime Rock Grey Metallic. Nos cuenta la firma alemana que el BMW M4 CS es el primero en estrenar esta tonalidad gris para la carrocería y que, al menos por el momento, es exclusiva para él. Al decirnos “por el momento”, nos hace pensar que pronto se extenderá por la gama.
Respecto al BMW M4 CS, acumula toda la experiencia de la marca y su división M para vehículos deportivos de calle, la cual nacía hace 3 décadas con el BMW M3 E30 tan admirado aún en nuestros días. Esta versión utiliza el mismo propulsor de seis cilindros en línea con turbo del M4 convencional y del M4 GTS (desarrollando 431 CV en el primero y 500 en el segundo), rindiendo 460 CV en este M4 CS además de 600 Nm de par. Con ello, es capaz de hacer el 0 a 100 en 3,9 segundos y alcanzar una velocidad punta limitada a 280 km/h.
Estéticamente es distinguible de cualquier M4 normal por sus múltiples detalles específicos. En su carrocería encontramos fibra de carbono en el labio inferior del frontal que canaliza el aire hacia frenos y motor y contribuye a ejercer una mayor carga aerodinámica. Sobre