Volvo presentaba el pasado año sus nuevos Volvo S90 y V90, una berlina y su derivado familiar que prácticamente podríamos tratar de coches de representación. Parte de la producción de esta marca se realiza en su país de origen, ensamblando un alto porcentaje en los Países Bajos. Desde allí se exportan a prácticamente todos los mercados donde Volvo tiene presencia. Sin embargo, los S90 para el mercado chino, donde cada vez se demandan más las grandes y lujosas berlinas, no se exportan, sino que se producen allí, en China.
Como son berlinas de representación para clientes adinerados, el cuidado por los detalles debe ser máximo. Volvo confía en su planta Daqing y en todo el equipo de trabajo de esta planta. Tanto es así que, aunque no te lo creas, los Volvo S90 más lujosos de la gran berlina, son producidos exclusivamente allí, en la república china, y se exportan al resto del mundo. Además, y por si fuera poco, la compañía sueca ha confirmado que pronto todos los S90 serán producidos en Daqing. Pero lo más interesante, tal vez, es cómo llegan hasta Europa.
Volvo ha anunciado la puesta en marcha de una larga vía ferroviaria que comunica la planta china de Daqing con su centro principal logístico de vehículos de Zeebrugee, en Bélgica. Esto lo convierte en el primer fabricante europeo que trae al Viejo Continente coches desde China en tren.
¿Por qué en tren y no en barco?
Al parecer, de esta manera se reduce en dos tercios el tiempo de espera de los clientes para recibir su nuevo vehículo en comparación con el transporte marítimo. Por otro lado, Volvo también afirma que así se reducen las emisiones de CO2 derivadas del transporte en un tercio. Aunque no lo ha dicho, probablemente también les salga más económico transportarlos en tren que en barco.
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