La seguridad de un vehículo es algo que se estudia mucho antes de que una marca lo lance al mercado. Pero además, existe un tipo de vehículo que debe ser probado y estudiado a conciencia por su idiosincrasia. Los roadster, descapotables o cabrios son los vehículos más vulnerables que hay (obviando a las motocicletas) pues al carecer de techo sus ocupantes están expuestos a ciertas lesiones que no deberían sufrir si fueran en un vehículo con techo metálico.
La pérdida de esta parte de su estructura hace que su chasis tenga que ser reforzado, a fin de evitar pérdidas en su rigidez torsional. Por ello, existen una serie de elementos de seguridad que se han perfilado con el tiempo. El ejemplo más común y conocido son los arcos pirotécnicos antivuelco que se sitúan tras los reposacabezas de los asientos. Estas barras (por regla general) suelen ir escondidas entre los asientos y el maletero y sólo se despliegan si detectan que el vehículo va a sufrir un vuelco.
Este revolucionario sistema busca crear una zona de protección para los pasajeros del vehículo, pero evidentemente no puede suplir la falta de techo. Sin embargo las marcas siguen trabajando para mejorar la seguridad de estos modelos. Porsche ha presentado un sistema (ya patentado en la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de los Estados Unidos) que permite alojar un airbag en el marco del parabrisas de estos vehículos.
Si el vehículo volcara se desplegaría este airbag (ocupa todo el ancho del vehículo) y protegería la cabeza de los ocupantes delanteros, pues evitaría lesiones por golpes con esta parte. Además, este airbag también será muy beneficioso en el caso de producirse otro tipo de choques. Hay que recordar que los cabrios tienen el marco del parabrisas más inclinado que los vehículos normales y por tanto sufrir un golpe