En el año 2012 Opel entraba en un nuevo segmento con el lanzamiento del Opel Mokka. Este nuevo modelo llegaba al segmento B-SUV que, por aquel entonces, ya empezaba a despuntar. Desde el nacimiento del Mokka hasta finales del pasado año la marca había comercializado más de 600.000 unidades.
Esta semana probamos el Opel Mokka X, el restyling del modelo de 2012, en versión Excellence y asociado al propulsor 1.4 Turbo de gasolina con 152 CV, cambio automático y tracción 4×4. Puede que te llame la atención la X que aparece al final de la denominación del nuevo modelo. Opel ha decidido finalizar el nombre de todos sus modelos SUV y crossover con la antepenúltima letra del alfabeto. Su objetivo es claro: diferenciarlos del resto de la gama. Te lo presentamos.
El Opel Mokka X se sitúa en un terreno un poco desconocido, ya que queda por longitud queda entre los segmentos B-SUV y C-SUV, aunque también es cierto que más cercano al primero. Las dimensiones exteriores, en el largo, por ancho, por alto son de 4,28 metros, por 1,78, por 1,66 respectivamente. La distancia entre ejes es de 2,55 metros. Pese a que las cifras de ventas lo sitúan como uno de los modelos más punteros del segmento, la competencia, como ya sabéis, es muy dura y abundante.
Rejuvenecido exterior
El nuevo Opel Mokka X, pese a ser un restyling y cambiar muy poco, ofrece las novedades justas y precisas para mostrar una imagen diferente. Antes parecía simplemente un urbano simpático, mientras que ahora, viéndolo de frontal, nos transmite una imagen de mayor seriedad, dinamismo y musculatura. Esto se ha conseguido gracias al nuevo lenguaje de diseño de Opel, incorporando nuevos faros (traen iluminación Full-LED IntelliLux con función AFL), con su luz diurna de doble ala, una calandra diferente, nuevas formas en el