Reconozcámoslo. El Toyota Auris es un compacto con muy buenas cualidades prácticas, y en su versión híbrida es una propuesta única en su segmento. Es un coche competente y equipado, a un precio correcto. Pero no es el coche más emocionante del segmento. Está de hecho en pleno espectro poco emocionante. Tras el lavado de cara ha ganado algo de personalidad, y desde su presentación en el Salón de Barcelona, Toyota ha querido imprimirle una nota de color. Lo hace con un acabado Bi-tono, similar al que ya han estrenado en el renovado Toyota Yaris, cuya prueba podéis leer en este artículo.
¿Quieres saber cómo va el Toyota Auris? Lee nuestra prueba de la versión híbrida en este enlace.
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“Carrocería bitono, qué exótico”. Puede que estés pensando. No es el único vehículo de su segmento en ofrecerla – y hay casos extremos como el del Peugeot 308 – pero sí es cierto que es bastante único en dicho aspecto. El esquema bitono del Toyota Auris se puede encontrar en las siguientes configuraciones: Blanco Perlado/Negro, Rojo Tokio/Negro y Gris Plomo/Negro. La parte de color negro es siempre el techo del coche, la carcasa de los espejos retrovisores y parte de la calandra. El efecto es especialmente elegante en la configuración negro-gris, como ya hemos podido ver en coches como el Toyota C-HR.
Este esquema bitono está disponible tanto para los Auris de cinco puertas como para los Auris Touring Sport de carrocería familiar. En lo tocante a motorizaciones, está disponible con los Toyota Auris 140H (los que emplean un tren de propulsión híbrida), los Auris 120T (con motor 1.2 turbo de gasolina y 116 CV) y los Auris 115D (con un motor turbodiésel de 1,6 litros y 111 CV). No hablamos de sólamente una pintura, los Auris