Como muchos conoceréis, Bosch, además de fabricante de electrodomésticos, es la marca más importante del mundo en el desarrollo de sistemas de seguridad para los automóviles. Ahora, la marca alemana está construyendo una fábrica de semiconductores que se destinarán para el uso en conducción autónoma, por un valor de 1.000 millones de euros.
Esta gran inversión, es la más grande de su historia. La fabrica, que se construirá en Dresden, Alemania, empezará la producción de estos chips que, además de ser usados en vehículos autónomos, se utilizarán en casas inteligentes y para el internet de las cosas, en 2021. Se terminará de construir en 2019 y, para entonces, ya habrán contratado a más de 700 trabajadores cualificados.
“Ampliar nuestra capacidad de producción nos ayudará a mejorar nuestra posición competitiva. El uso de los semiconductores está creciendo a medida que aumenta la conectividad y la automatización” afirmó Volkmar Denner, CEO de Bosch.
El sector de la automoción está avanzando hacia la producción de máquinas más perfectas, llenas de sensores que eviten accidentes indeseados. Por ello, el año pasado, todos los coches que se producían a nivel global incorporaban una media de 9 chips fabricados por Bosch. Como es obvio, todo esto es el resultado de una gran inversión por parte de Bosch, la cual, además de desarrollar software y chips, lleva más de 40 años fabricando chis para, por ejemplo, smartphones.
“Los chips que se fabricarán en Dresden se añadirán al gran abanico de productos que Bosch desarrolla, como sensores para los airbag, volantes autónomos, tecnologías para la comunicación o incluso manómetros” dijo un portavoz de la firma alemana.
El sector automovilístico está sufriendo una de las mayores evoluciones en los últimos 100 años. Como el otro nos contaba Volkswagen en su Volkswagen Race Tour, en los próximos 5-10 años, se desarrollará más tecnología que en