Las 24 Horas de Le Mans es una de las carreras más exigentes del mundo en la que los fabricantes ponen a prueba sus armas de última generación en uno de los circuitos más exigentes del mundo. A los equipos que compiten por la victoria, el más mínimo error puede suponerles la pérdida de la primera posición, o más aún, tener que retirarse reconociendo así su derrota.
Para que esto no suceda, los fabricantes ponen especial mimo en el diseño, fabricación y pruebas individualizadas de cada una de las piezas que lleva su prototipo. Pero, ¿cómo se construye realmente un protipo de las 24 Horas de Le Mans? Toyota nos abre la puerta de su fábrica de Toyota Motorsport GmbH en Colonia para contarnos todos sus secretos.
El centro de operaciones de Toyota TMG se estableció en Colonia, Alemania, en 1979, cuando Toyota empezaba a dar sus primeros pasos en el Campeonato de Mundo de Rallyes, de la mano de Ove Andersson. Con unas instalaciones de más de 30.000 m2, TMG ha conseguido juntar bajo un mismo techo todo lo necesario para diseñar, fabricar y poner a prueba los automóviles más evolucionados de competición, desde un Fórmula 1 hasta los actuales prototipos LMP1 del Campeonato del Mundo de Resistencia.
La sede de Colonia cuenta con 300 trabajadores de media. En el proyecto de las 24 Horas de Le Mans, en concreto, están involucrados, directa o indirectamente, casi dos tercios de los recursos humanos de TMG. Desde que Toyota empieza a trabajar por primera vez en uno de sus prototipos, hasta que saltan a pista, pasa un largo año en el que se trabaja contrarreloj.
Las primeras reuniones del equipo de investigación y desarrollo tienen lugar en el mes de abril. En esta primera toma de contacto, los miembros del equipo revisan en profundidad