El hypermilling es esa técnica de conducción que busca sacar el máximo kilometraje a un depósito de combustible o a una carga de batería en caso de hacerlo con un vehículo eléctrico.
Para conseguirlo se aplican técnicas de todo tipo, desde ir agachado, con los espejos retrovisores plegados, hinchar los neumáticos un 150% más de la presión debida o tapar con cinta aislante las juntas de la carrocería para mejorar la aerodinámica. Pues bien, con eso estos hypermillers han conseguido que un Tesla Model S P100D recorra 901,2 km con una sola carga de batería.
El reto se lo plantearon dos expertos en hypermilling Steven Peeters y Joeri Cools. Marcaron un trazado de 26 km que fuese lo más favorable al tipo de prueba que iban a hacer, y estuvieron durante 23 horas y 45 minutos conduciendo el coche con una velocidad media de 40 km/h porque consideraban que esa era la velocidad más adecuada para conseguir el compromiso necesario entre consumos y movimiento del coche.
La clave fue hacer siempre un mismo recorrido
Según cuentan, el hecho de haber realizado toda la distancia sobre un mismo recorrido fue una de las piezas clave para esa autonomía tan destacada que han conseguido. A la hora de trazar las curvas o los cambios de vía lo hacían con un nivel de conocimiento que iba en aumento a medida que pasaban las vueltas.
Además este recorrido les permitía comparar los tiempos y consumos vuelta a vuelta, de forma que podían ir afinando a medida que pasaban las horas. También afectó la temperatura, más alta por el día que por la noche, lo cual también influye en el rendimiento de las baterías.
Consiguieron hacer un consumo medio de 88 Wh/km, una cifra para un coche de ese tamaño y con un peso de más de 2,3