Después de algunas filtraciones puntuales a lo largo del mes pasado, el Renault Megane R.S. por fin se ha dejado ver posando parcialmente oculto entre la nieve bajo un intenso camuflaje. El diseño de la carrocería es uno de esos puntos en el que los fabricantes más esmero ponen para que no puedas diferenciar a sus modelos, pero aquí han dejado (o querido dejar) bastante poco a la imaginación.
Los ingenieros de la marca francesa se han ido a algún punto del globo con temperaturas bajo cero para poner a prueba los sistemas de seguridad del Megane más prestacional. Poner a punto la electrónica es vital en estos hot hatch y nada mejor que ir allí donde más fácil es tener problemas de adherencia.
La guerra por Nürburgring sigue viva
No se entiende muy bien qué sentido tienen estos teaser con fotos oficiales de un coche camuflado más allá de levantar expectación de forma puntual, porque a la vista de las fotos podemos adivinar un paragolpes trasero muy musculoso con una gran doble salida de escape en la parte central del difusor, un frontal agresivo con enormes tomas de aire y las características luces antiniebla LED estrenadas por el Clio R.S. y unas nuevas llantas de aleación. Todo lo demás, especulaciones.
De momento los galos no han soltado prenda sobre los datos técnicos de este nuevo modelo, pero lo más seguro es que escondido bajo el capó se encuentre un motor de cuatro cilindros de 2.0 litros turboalimentado (algunas fuentes apuestan por el 1.8 turbo del Alpine A110) con una potencia no inferior a los 300 caballos. Todo por mantenerse en la cruenta batalla desatada entre los Civic Type-R, León Cupra o Golf R.
Para conocer todos los detalles del Megane R.S. tendremos que esperar hasta el próximo Salón de Frankfurt en el mes de