Seguro que ya lo sabes, pero durante las 24 Horas de Le Mans, un nuevo traspiés se llevó por delante el buen hacer del Toyota TS050 número 7. Con Kamui Kobayashi a los mandos, el autor de la bestial pole de récord absoluto, el coche japonés iba liderando la prueba hasta que comenzó a sufrir serios problemas mecánicos. ¿La culpa? De un Jimmy Jump vestido de comisario.
Puede sonar a película de humor de bajo presupuesto, pero al menos lo que afirma Pascal Vasselon (Toyota GAZOO Racing) en unas declaraciones post-carrera es que el embrague del TS050 se dañó al hacer una salida en falso por culpa de un falso comisario tras un repostaje. La acción de arrancar-parar-arrancar habría destrozado el embrague, pero la cosa no queda ahí.
Según puedes ver en el vídeo superior, un personaje ataviado con la vestimenta muy similar a la de los comisarios y casco se pone delante del coche que se encontraba repostando durante uno de los Safety Car y le enseña el pulgar de su mano derecha hacia arriba. El semáforo aún estaba en rojo, Kobayashi duda, arranca, pero según el propio Vasselon el equipo le indicó que parase, porque salir en ese momento tampoco era buena opción. Cuando volvió a salir… Resultado = Embrague KO y coche desahuciado.
¿Cómo es posible que haya ocurrido esto?
Vasselon es tajante: «Realizó varias operaciones de arranque con el motor de combustión encendido, esta situación nunca debió producirse». No debió producirse porque los LMP1 con su sistema de motorización híbrido se mueve por la línea de boxes con las baterías. El motor de combustión sólo se engrana a partir de cierta velocidad.
En este caso no fue así y Kobayashi en un mar de desconcierto arrancó después de detenerse, el movimiento obligó a conectar el motor de combustión encendido lo que